martes, 16 de diciembre de 2008

Visita a la Casa de España







Dio la casualidad que en el edificio de la familia de Pilvio vivía un gallego de 84 años, el señor Manolo, emigrado en la guerra civil, al que le caímos en gracia, y decidió invitarnos a comer a la Casa de España, de la que era socio. Menudo homenaje: empanada de bacalao, pulpo a la gallega, paella con cigalas enormes, cabrito al horno y rabo de toro fueron algunas de mis elecciones en un buffet libre que parecía el paraíso gastronómico, después de la dieta de arroz y pasta que tuvimos en Trancoso.

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